A vueltas con las
privatizaciones
El Partido
Popular que gobierna en la Comunidad Autónoma de Madrid, llevado por su
sectaria concepción ideológica del liberalismo, pretende privatizar 6
hospitales públicos- bajo la idea de externalizar servicios- aduciendo, como en
el pasado, que la gestión privada es más barata y de más calidad. Esta medida
ha sido
paralizada momentáneamente gracias a las grandes y constantes movilizaciones de los trabajadores de la sanidad y de una buena parte de la ciudadanía madrileña y al recurso presentado por la Asociación de Facultativos- AFEN- contra la publicación de los pliegos, argumentando que Sanidad cambió las condiciones de licitación cuatro días antes de cerrarse el plazo de presentación para las empresas que querían acceder a la gestión de esos hospitales. Dicho recurso fue admitido por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y ahora en enero de 2014 la Sala de lo Contencioso-Administrativo del tribunal Superior de Justicia de Madrid devuelve los recursos presentados a los juzgados de origen y ordena, mientras tanto, la paralización del proceso. Ello significa un fuerte varapalo a las intenciones del Gobierno Regional de la Comunidad de Madrid.
paralizada momentáneamente gracias a las grandes y constantes movilizaciones de los trabajadores de la sanidad y de una buena parte de la ciudadanía madrileña y al recurso presentado por la Asociación de Facultativos- AFEN- contra la publicación de los pliegos, argumentando que Sanidad cambió las condiciones de licitación cuatro días antes de cerrarse el plazo de presentación para las empresas que querían acceder a la gestión de esos hospitales. Dicho recurso fue admitido por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y ahora en enero de 2014 la Sala de lo Contencioso-Administrativo del tribunal Superior de Justicia de Madrid devuelve los recursos presentados a los juzgados de origen y ordena, mientras tanto, la paralización del proceso. Ello significa un fuerte varapalo a las intenciones del Gobierno Regional de la Comunidad de Madrid.
Muchos
ciudadanos madrileños se preguntan ¿Qué intereses hay detrás de esta
medida?.¿Quién se beneficia de ella? No hay que olvidar que los procesos
privatizadores no son una novedad pues ya se iniciaron con el primer gobierno
socialista de Felipe González cuando se privatizaron empresas como Seat,
Sidenor o Enagás. En 1985 existían un total de 130 empresas públicas estatales
directas y alrededor de 850 indirectas (filiales). En los 80 el Estado
controlaba directamente el 16,6% de la Bolsa española. Ahora bien, fue en el año
1996 con la llegada a la Moncloa del gobierno de José Mª Aznar cuando se le dio
gran impulso al programa de privatizaciones y así un año más tarde el Estado
colgó el cartel de “se vende” en la mayoría de empresas públicas. Así se
vendieron Telefónica, Endesa, Repsol, Gas Natural, Iberia y otras.
El proceso
de privatizaciones en España siempre se ha movido con el mismo patrón: primero
una fuerte campaña de desprestigio de lo público y sus trabajadores acusándoles
de ineficientes y a la par decir que lo privado es mejor y cuesta menos. Junto
a ello plantear que la venta del patrimonio público sirve para aumentar los
recursos del Estado. Ahora bien, la mayoría de las empresas privatizadas le han
costado a la ciudadanía mucho dinero para que sean competitivas y cuando
podrían dar beneficios se venden. ¿Por qué los capitales privados no compran
empresas estatales en quiebra o con problemas e invierten dinero y las
reflotan?. La respuesta es simple: no dan beneficio y no quieren invertir
capital y arriesgarse. Es mucho más inteligente que esto lo haga el Estado, es
decir, la ciudadanía mediante sus impuestos y posteriormente comprarlas a
precios de saldo.
Ahora bien
una vez privatizadas estas empresas que
fueron públicas ¿Tiene la ciudadanía un mejor servicio y a un precio más
económico?. La respuesta es evidente: No. Además el Estado tiene la obligación
de dar cobertura a la ciudadanía y conseguir para ella el máximo bienestar
posible y lograr que sus servicios sean universales. Esto no se le puede pedir
a una empresa privada. La realidad es que la privatización de empresas públicas
en lugar de “corregir” los supuestos males causados por la intervención del Estado
los ha profundizado al crear estructuras que no pretenden la mejoría del nivel
de vida de la ciudadanía si no lograr el máximo beneficio para sus accionistas.
Vivimos
en el mejor de los mundos posibles, por lo menos así no lo vendían los
ideólogos neoliberales antes del gran crash financiero del 2008 debido a la
explosión de la burbuja especulativa connatural con la actual fase del capitalismo. A pesar de los estragos que la
crisis está dejando en las condiciones de vida de millones de españoles los
ideólogos del Partido Popular siguen pidiendo aligerar el Estado y ampliar el
mercado eso sí, cada vez que alguna de sus empresas tenga un problema
financiero no tendrán vergüenza en solicitar la intervención del “denostado”
Estado.
Parece
mentira que ya en el siglo XXI todavía tengamos que luchar para defender el muy
frágil, en España, Estado del Bienestar y los Servicios Públicos amenazados por
recortes y privatizaciones. Es un hecho probado en todas las latitudes que la
privatización de los servicios que garantizan derechos básicos solo acarrea un
aumento de los costes para los usuarios; obstáculos a menudo insalvables para
la universalidad de su acceso; y degradación de su calidad. Esto sí,
garantizando a sus gestores privados beneficios
exagerados. Gestores privados que debemos recordar, en el caso de los hospitales madrileños, tienen que
ver con
prominentes militantes del Partido Popular como son los exconsejeros de Sanidad
Manuel Lamela y Juan José Güemes que tras haber liderado la venta de hospitales
públicos, cuando ejercían en el gobierno de la Comunidad de Madrid, están ahora
vinculados a empresas directamente asociadas a este proceso privatizador o
Ignacio López del Hierro, marido de la Secretaria General del Partido Popular
Mª Dolores de Cospedal, vinculado a la empresa CAPIO que es una de las tres
empresas que se reparten la concesión de los centros sanitarios madrileños y
que aspira a salir beneficiaria en este nuevo proceso privatizador.
exagerados. Gestores privados que debemos recordar, en el caso de los hospitales madrileños, tienen que
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